viernes, 18 de marzo de 2011

necios

No es mi pretensión, sentar cátedra, ni llevar razón.
Ni  siquiera que se me tome por una realista intratable, pero    ¡¡cuanto necio anda suelto!!
Necio sin diagnosticar, que es lo más increíble y peligroso. Quizá sea porque es un trastorno del comportamiento que pasa  inadvertido al padecerse en grupo.
Quiero decir, que los necios se relacionan entre ellos alrededor de un necio mayor (persona que aparentemente ostenta algún tipo indeterminado de poder, casi siempre indemostrable) para que gobierne ó desgobierne sus vidas, relaciones, afectos ó simpatías.
Los necios no preguntan nunca, tienen miedo a resultar incómodos al resto de necios. No cuestionan al necio mayor por miedo a caerle mal, se matan por una aprobación, por un agrado, que visto desde fuera resulta incómodo y patético.
Así poquito a poco se instalan en huecos o muy grandes ó muy pequeños quedando  con sus partes más nobles al pairo, para que en cualquier momento, un golpe de viento o un golpe de vara les deje con la cara roja y el culo al aire.
La necedad, es también y en definitiva una enfermedad contagiosa.
Habrá que comprarse mascarillas, muchas mascarillas... porque se transmite por las palabras y una vez contraída lleva toda una vida curarse. 

miércoles, 9 de marzo de 2011

lobos con piel de cordero

Hay seres destinados a "encantar" y seres destinados a "desencantar". Hay que tener suerte en la vida para que los primeros abunden y abrumen a los segundos.
El desencanto es un estado tan dañino que incluso puede conducir a la muerte del espíritu. Sí, no exagero, no exagero nada. Mermar la confianza, poquito a poco, conduce a la desintegración y si nos des-integramos, nos quedamos solos en medio del frío y de la locura, perdidos, consintiendo que el tiempo nos mate.
A aquellos que abusan y traicionan  la confianza y que luego no saben estar a la altura, les digo: "Ahí os quedáis.... "
Nada me puede llegar a dar más pena que los pobres de espíritu, y también sé que nada me pude hacer más daño que los pobres de espíritu.

miércoles, 2 de marzo de 2011

me marcho

Otra vez cojo la maleta y me voy.
Esta vez a Granada.
De nuevo Ignacia, mi querida Ignacia. De nuevo "El extraño viaje". Como una parabola de lo que me pasa.... por dentro.
Inquieta, vuelta y revuelta, aturdida. Con las maletas ahora vacias, llevandolas de un lado a otro conmigo, para en cuanto me descuide abrirlas y poner en ellas tesoros, los que me están esperando al volver la esquina.
En Granada, veré a mi padre. Que raro se me hace. Qué desconocida la palabra padre. 
No meteré esa palabra en mi maleta vacia, no es un tesoro, es sólo una palabra que no se cruza con otra, anda suelta, perdida.
                ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Hasta la vuelta tesoros míos!!!!!!!!!